La Biblioteca de mi padre
Abstract
El primer personaje de ficción que me sedujo fue el pirata Morgan. Tenía diez años cuando leí las cinco novelas de Salgari en las que aparecía. Estaba en quinto básico del Don Bosco cuando el profesor Urbano Mérida estableció, los viernes, una hora de lectura, la última de la mañana, ese momento en que está- bamos cansados de aprender y esperábamos, impacientes, el timbre, la llegada de nuestros padres, cualquier cosa que nos sacara del colegio. El profesor Mérida guardaba muchísimos libros en un armario empotrado en la pared, y al principio de la hora los abría y nos dejaba escoger el que queríamos. Esa hora solo leía- mos, a veces en silencio y otras no tanto, porque había compañeros a los que no les interesaba esa actividad y se ponían a tirarse papelitos y a contarse chistes en voz baja. Fue en esa clase de lectura que descubrí que me gustaba leer libros; me enamoré de la experiencia.
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