246
protagónico en esa búsqueda de los “desaparecidos vivos” que tiene como fin la
restitución de aquellos niños, hoy adultos. La narrativa restitutiva, como la denomi-
na Basile, es esgrimida por quienes logran rearmar la propia identidad recién recu-
perada como si fuera un rompecabezas: hilvanando peldaño a peldaño las histo-
rias, las memorias, las filiaciones y los diversos rasgos de pertenencia. En cambio,
las contranarrativas exhiben los casos irresueltos o de muy difícil resolución en los
que los hijos no aceptan a la familia biológica o atraviesan situaciones muy
traumáticas en el proceso de restitución identitaria.
En la sexta parte titulada “Infancias violentas” Basile propone abordar las vo-
ces de los otros hijos: los de ex represores y colaboradores de la maquinaria dictato-
rial. Ellos deben lidiar con la figura de sus padres, quienes en dictadura se presen-
taban como los salvadores de la patria; pero en democracia se los acusa de genocidas
y deben enfrentar los juicios. Algunos eligen defender a sus padres mientras otros
los acusan e incluso testimonian en su contra (recientemente han formado el Co-
lectivo Historias Desobedientes) ¿cuáles son, entonces, los desafíos que deben en-
carar? ¿qué imágenes de los padres proyectan –del “monstruo” al “perejil”? ¿qué
políticas de la memoria persiguen? Para este análisis, la mirada de Teresa Basile
pone foco en testimonios como “Hijos de militares: 30 mil quilombos” (2014) de
Felix Bruzzone y Máximo Badaró publicado en revista Anfibia o Hijos de los 70
(2016) de Carolina Arenes y Astrid Pikielny. También, la autora analiza narrativas
literarias: Papá (2003) de Federico Jeanmaire como obra autobiográfica, Una mis-
ma noche (2012) de Leopoldo Brizuela como ficción y el texto Soy un bravo piloto de
la nueva China (2011) de Ernesto Semán,
En la última sección “Pasado en presente”, la autora se pregunta ¿cuál es el
sentido que desde el presente le otorgan los hijos a la desaparición de sus padres?,
¿cómo se configuran esos relatos?, ¿qué mecanismos escriturarios, constructivos y
estéticos privilegian para imprimir ese sentido? Si por un lado, la búsqueda de la
memoria de los padres puede convertirse en una “trampa” para los hijos en tanto
interfiere con sus propios deseos, por el otro, ese pasado puede constituirse en base
y fundamento para la propia militancia de esta segunda generación, de allí que el
lema de H.I.J.O.S. sea “nacimos en su lucha, viven en la nuestra”, tal como puede
leerse en Desaparecida (2015) de Marta Dillon a través de la metáfora de la resurrec-
ción de los padres en el presente.
Enzo Matías Menestrina
l Telar
24 (enero-junio/2020) ISSN 1668-3633