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social de la figura de los sobrevivientes en el largo plazo –construcciones que
permearon e impactaron, ineludiblemente, las trayectorias vitales de los sujetos
que dan sentido a esta investigación–. En el marco de esta pregunta, analizaremos
en particular –y en clave comparativa– los modos en los que dicha figura ha sido
representada en dos producciones del cine documental argentino, cuyo núcleo
argumentativo gira, desde perspectivas y contextos de producción diferentes, en
torno de las historias de dos mujeres sobrevivientes
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: Montoneros. Una historia (Di
Tella, 1994) y Horas de vida (Rey y Rubio, 2006)
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. Cabe destacar que no realizare-
mos un abordaje teórico-metodológico sobre el dispositivo documental en su di-
mensión estética; desde la categoría de “estrategias narrativas” utilizada por
Zylberman (2013), que advierte la centralidad de un “motivo” –en términos de una
idea argumental– a lo largo de una obra, nos interesa analizar las narrativas cons-
truidas para pensar desde allí los modos de representación y circulación de la figu-
ra de los sobrevivientes
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. Veremos que, insertas ambas producciones en encuadra-
mientos de memoria y contextos socio-políticos diferenciales, los modos de abor-
daje de cada una de las historias y los sentidos emergentes en torno de la (sobre)vida
nos permitirán comprender el proceso de construcción y representación de la figu-
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Como dijimos previamente, si bien advertimos la centralidad de la cuestión de género para
pensar la experiencia de la (sobre)vida y si bien las producciones seleccionadas traen también al
centro de la escena la vivencia de mujeres, nuestro enfoque estará orientado a pensar esta expe-
riencia desde nudos de sentido más amplios que, al tiempo que se tocan con la singularidad que
imprime el género, permiten pensar también problemáticas generales en torno de la superviven-
cia de hombres y mujeres. Por caso, y entre otras posibles, aquellas relativas a los sentidos emer-
gentes en relación con esta figura –esto es, aquellos vinculados con el rol de testigos, militantes y
la sospecha de la delación, entre otros posibles– y los modos de entender los tiempos vitales que
siguieron (y siguen, aún hoy) a la desaparición. Cabe destacar, también, que la selección de estos
casos responde a los siguientes criterios: ambos se inscriben en un formato documental, ambos
problematizan la experiencia de la (sobre)vida desde un argumento centrado en el (la) sobrevi-
viente y se inscriben en tiempos sociales diferentes.
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Este último cuenta también la historia de otra sobreviviente, Ana DiSalvo, cuyo relato viene a
acompañar el de Susana. En cualquier caso, lo que importa aquí es que el nudo argumentativo
gira en torno de la (sobre)vida y no, por ejemplo, de la militancia política.
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Esta mirada analítica no desconoce, empero, la incidencia de la puesta en escena y de los
recursos estéticos sobre la trama narrativa. En efecto, entendemos que los modos de construc-
ción estética del film, la duración, los usos de cámara, la articulación de las imágenes y los
testimonios van modulando de conjunto ese relato. Para un análisis de esas intersecciones y sus
reconfiguraciones en diferentes contextos, ver entre otros: Feld (2009) y Verzero (2009).
Julieta Lampasona
l Telar
24 (enero-junio/2020) ISSN 1668-3633